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Deja un comentario / 15 de septiembre de 2023
El dolor de rodilla es muy común entre los deportistas y el motivo puede tener una variedad de causas. Aquí hay algunas de las razones más comunes de dolor de rodilla en deportistas y algunas recomendaciones generales para abordar este problema:
La práctica excesiva de un deporte o ejercicio en particular puede llevar a lesiones por uso excesivo, como tendinitis o síndrome de sobreuso. Descansar y permitir que la rodilla se recupere es esencial. Además, es importante asegurarse de tener una técnica adecuada en el deporte que practicas.
Las lesiones agudas, como distensiones de ligamentos, desgarros de menisco o fracturas, pueden causar dolor de rodilla. En estos casos, es importante buscar atención médica inmediata y seguir el tratamiento recomendado.
Problemas con la alineación de la rodilla, como la alineación incorrecta de la rótula (rotuliana), pueden causar dolor crónico en la rodilla. Los ejercicios de fortalecimiento específicos y la corrección de la técnica de movimiento pueden ayudar a aliviar este tipo de dolor.
Es una lesión común en corredores que resulta en dolor en la parte externa de la rodilla. Se puede tratar con estiramientos, ejercicios de fortalecimiento y fisioterapia.
La artritis, como la osteoartritis o la artritis reumatoide, puede afectar las articulaciones de la rodilla y causar dolor crónico. El manejo de la artritis generalmente involucra medicamentos, fisioterapia y cambios en el estilo de vida.
Los deportistas también pueden sufrir desgarros de menisco, que son lesiones en el cartílago de la rodilla. El tratamiento puede variar desde fisioterapia hasta cirugía, dependiendo de la gravedad de la lesión.
El exceso de peso puede aumentar la carga en las articulaciones de la rodilla y contribuir al dolor. Perder peso y mantener un peso saludable puede ayudar a aliviar la presión sobre las rodillas.
Es importante que, ante cualquier dolor de rodilla persistente o grave, consulte a un profesional de la salud, como un médico o un fisioterapeuta. El diagnóstico preciso de la causa subyacente del dolor de rodilla es esencial para determinar el tratamiento adecuado. Además, es importante seguir las recomendaciones médicas y de rehabilitación para prevenir lesiones futuras y mantener una salud óptima en las articulaciones de la rodilla.
Si tienes algún tipo de dolor, has sufrido una lesión y te han recomendado hacer sesiones de fisioterapia, una de las cosas más importantes es buscar un buen fisioterapeuta que te inspire confianza y, sobre todo, que te ayude a resolver tu problema. Por eso, a continuación, te daré ocho recomendaciones que debes tener en cuenta antes de elegir al más adecuado para ti:
Si bien es cierto que últimamente se ha vuelto común el uso de la telemedicina y la atención en línea debido a la situación mundial que estamos atravesando, personalmente no estoy a favor de esta opción cuando se trata de fisioterapia. Considero que para poder realizar una buena evaluación es necesario ver, palpar, explorar y medir, entre otras cosas, que no podemos lograr a través de una pantalla. Confiamos únicamente en las descripciones que nos proporciona el paciente. Sin una adecuada evaluación, no podemos aplicar el mejor tratamiento para nuestro paciente.
Como mencionamos en el punto anterior, la evaluación es sumamente importante y determinante, ya que de ella depende tu tratamiento y tus resultados. En este momento, es el momento adecuado para despejar dudas y hacer todas las preguntas que consideres necesarias. En este primer encuentro, se genera la confianza mutua y tu fisioterapeuta debe realizar una exhaustiva historia clínica. Además, debe ser capaz de plantear objetivos a corto, mediano y largo plazo, evitando generar falsas expectativas.
Asegúrate de que el fisioterapeuta cuente con experiencia y formación adecuada en el tratamiento de tu condición específica. Verifica sus credenciales y certificaciones para garantizar su profesionalismo. Pregunta a familiares, amigos o profesionales de la salud si conocen a algún fisioterapeuta de confianza. Las referencias y recomendaciones pueden ser valiosas para tomar una decisión informada.
Que la sesión de rehabilitación sea personalizada y cumpla con los protocolos es fundamental. Lo ideal sería que el centro de rehabilitación o consultorio privado al que asistas no esté saturado de pacientes, de manera que el profesional que te atienda pueda enfocarse en ti de manera exclusiva. Incluso si consideras que tu fisioterapeuta cumple con las características mencionadas anteriormente, si el lugar al que asistes tiene muchos pacientes y tu fisioterapeuta debe atender a más de tres personas simultáneamente, es recomendable alejarse. Humanamente es imposible brindar una buena atención por más bueno que sea el profesional. En cuanto a los protocolos, se recomienda que la duración de la sesión de rehabilitación sea de 45 minutos a 1 hora, dependiendo de la lesión, la zona afectada, la gravedad, entre otros factores.
Un buen fisioterapeuta hará todo lo posible para que te rehabilites en el menor tiempo posible. Aprovechará cada sesión para enseñarte a entender tu problemática y cómo sobrellevarlo durante el tratamiento. Además, te enseñará a prevenir futuras lesiones. Actuará sobre la causa real y no solo sobre los síntomas, evitando así caer en el círculo vicioso de tener que volver constantemente por el mismo problema.
Es fundamental que te sientas cómodo y escuchado durante las sesiones de fisioterapia. El fisioterapeuta debe demostrar empatía, mostrarse interesado en tus necesidades y explicar claramente el plan de tratamiento.
Observa las instalaciones donde se llevarán a cabo las sesiones de fisioterapia. Asegúrate de que cuenten con equipos modernos y adecuados, así como un ambiente limpio y seguro para llevar a cabo tus sesiones de rehabilitación. Las instalaciones bien equipadas pueden contribuir a brindarte una experiencia cómoda y efectiva.
Considera el costo de las sesiones de fisioterapia y asegúrate de que se ajusten a tu presupuesto. Además, verifica la disponibilidad de horarios que se adapten a tus necesidades y compromisos. Es importante encontrar un equilibrio entre calidad y precio, para asegurarte de recibir un tratamiento de calidad sin pagar de más.
En resumen, al elegir un fisioterapeuta, es esencial considerar su experiencia y formación, buscar referencias y recomendaciones, valorar la empatía y comunicación que brinda, evaluar las instalaciones y el equipamiento, así como tomar en cuenta el costo y la disponibilidad de las sesiones. Al tener en cuenta estos aspectos, podrás tomar una decisión informada y elegir al fisioterapeuta que mejor se adapte a tus necesidades y te brinde la atención de calidad que mereces.
